logo Lactoflora

Conoce en detalle estos microorganismos vivos que confieren un beneficio para tu ecosistema

Los probióticos son microorganismos que aportan el balance que nuestro sistema necesita para funcionar correctamente.

Probióticos

¿Qué es un probiótico?

Un probiótico es un microorganismo vivo que, cuando te lo tomas en cantidades adecuadas, puede mejorar tu salud(58).La microbiota intestinal es la comunidad de microorganismos que viven de forma natural sobre tu piel y en la superficie de las mucosas del cuerpo en contacto con el exterior. Mientras que los probióticos son microorganismos exógenos vivos que, cuando se administran en la cantidad adecuada, confieren un efecto beneficioso para la salud de la persona que los recibe(1).

¿Qué es una cepa?

De la misma forma que una persona se identifica con su nombre, primer apellido y segundo apellido, un probiótico se identifica en base a su género, especie y cepa(58).
Nomenclatura específica de las cepas probióticas
Cepa probióticaGéneroEspecieDesignación alfanumérica de cepa
Bifidobacterium lactis BI-04®BifidobacteriumlactisBI-04®
 Una cepa es un miembro de una especie, que a su vez pertenece a un género. Las cepas de una misma especie se parecen entre sí más que a las cepas de otra especie, pero son suficientemente diferentes y esto explica que produzcan efectos distintos para la salud. Los efectos beneficiosos para la salud de los probióticos dependen de la cepa, de la dosis y duración empleadas. Por ejemplo, aunque las cepas Lcr 35® y LGG® pertenecen las dos a la especie rhamnosus, Lcr 35® tiene beneficios para la salud íntima y LGG® tiene beneficios para la salud digestiva e inmunitaria.

¿Para qué indicaciones de salud han mostrado ser eficaces los probióticos?

Las indicaciones para la salud de los probióticos que cuentan con respaldo científico son las relacionadas con el aparato digestivo y el sistema inmunitario(56),(57):
    Ayudar en las situaciones que involucran una alteración de la composición y/o las funciones de la microbiota por cualquier causa:
  • Diarrea de origen bacteriano o vírico.
  • Diarrea causada por antibióticos.
  • Diarrea del viajero.
  • Vaginosis bacteriana.
  • Vulvovaginitis candidiásica.
  • Molestias urinarias.
  • Enfermedades inflamatorias del intestino: colitis ulcerosa. 
  • Problemas digestivos funcionales en los que las pruebas médicas salen normales: cólico del lactante, síndrome del intestino irritable, malas digestiones e hinchazón abdominal.
  • Intolerancias alimentarias.
  • Mastitis.
Ayudar a reforzar el sistema inmunitario
  • Periodos de convalecencia (gripe, resfriados, cambios de estación).
  • Mejorar la eficacia de algunas vacunas en adultos mayores.
  • Estrés físico o psicológico.
  • Periodos de cansancio y fatiga.
  • Dermatitis atópica o eczema.
Ayudar a mejorar la salud cardiovascular
  • Colesterol y triglicéridos altos.
  • Mejor control del azúcar en sangre.
Otros beneficios de los probióticos que se están investigando son:
  • Mejora de la salud mental.
  • Problemas neurológicos y neurodegenerativos.
  • Problemas de infertilidad.
  • Menopausia y postmenopausia.
  • Desnutrición.

¿Cómo puedo saber si un producto probiótico es de fiar?

La Organización Mundial de Gastroenterología especifica lo que debe incluir la etiqueta de un producto que contenga probióticos para saber si es de calidad(57):
  • El género (nombre), la especie (primer apellido) y la cepa (segundo apellido) deben estar identificados con la nomenclatura científica correcta. Esta información tiene que aparecer para todas las cepas del producto. 
Por ejemplo, en el caso de Bifidobacterium lactis BI-04®, el término Bifidobacterium se corresponde con el género, la denominación lactis es la especie y BI-04® se refiere a la cepa concreta dentro de la especie.Ten en cuenta que los nombres de los microorganismos probióticos que aparecen en los envases no están sujetos a regulación y esto significa que no siempre se corresponden con su nombre científico. Para quedarte tranquilo que el probiótico que tienes a las manos es efectivo busca el género, la especie y la cepa en la base de datos PubMed (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/) y allí verás si existen estudios clínicos hechos con los mismos microorganismos.   
  • Recuento de microorganismos viables de cada cepa: es un número que se acompaña de las letras “UFC” (Unidades Formadoras de Colonias), que son los microorganismos viables del producto garantizados hasta la fecha de caducidad del producto (no en el momento de su fabricación).
  • Dosis recomendada para conseguir el efecto beneficioso.
  • Condiciones de almacenamiento recomendadas: Algunos probióticos no necesitan guardarse en la nevera, pero durante el verano o si vives en un país cálido donde la temperatura ambiente supera los 25 ºC como principio de precaución es mejor conservarlo refrigerado.
  • Información de contacto del laboratorio que comercializa el producto para si te surge cualquier duda o tienes un efecto adverso relacionado con la toma del probiótico.

¿Todos los probióticos sirven para lo mismo? ¿Los efectos beneficiosos de los probióticos dependen siempre de la cepa?

La mayoría de las propiedades saludables de los probióticos son específicas de las cepas, porque los ensayos clínicos se han realizado con cepas específicas (por ejemplo, los efectos sobre el sistema inmunitario)(58).Sin embargo, hay efectos compartidos por todas las especies de un género (por ejemplo, la exclusión de patógenos en la luz del intestino). Otros efectos son típicos de algunas especies (por ejemplo, la capacidad de mejorar la digestión de la lactosa)(58).Como no todos los probióticos son iguales y los ensayos clínicos se han hecho con cepas concretas, Lactoflora® tiene un probiótico para cada situación.   

¿El azúcar y el edulcorante que contiene un probiótico afectan a su eficacia?

Los ensayos clínicos sobre los probióticos publicados en las revistas científicas se han realizado con productos que contienen algún tipo de azúcar o edulcorante (p. ej., sucralosa). De forma que el azúcar o el edulcorante que contiene un probiótico no interfiere con sus efectos. Lo importante es que a través de tu alimentación diaria no te excedas en el consumo de alimentos con azúcares libres (zumos, bebidas azucaradas tipo cola, bollería, etc.), que deberían representar menos del 10% de las calorías totales de tu dieta.

¿Los probióticos multicepa son mejores que los que solo llevan una cepa? 

El hecho de que un probiótico incluya una o varias cepas de entrada no garantiza que sea mejor. Los probióticos con respaldo científico que se recomiendan en las guías clínicas para mejorar los problemas digestivos y relacionados con el sistema inmunitario incluyen tanto productos monocepa como productos multicepa.Para los probióticos la máxima “cuantas más cepas, mejor” no es cierta. El criterio de calidad es si el producto tiene estudios clínicos propios hechos con el perfil de paciente para el que está indicado el producto. Además, es importante que las cepas mezcladas se complementen a nivel de sus propiedades, sean estables en el producto final y no interfieren con los excipientes y otras sustancias de relleno del producto. 

Prebióticos

¿Qué es un prebiótico?

Un prebiótico es un ingrediente de origen natural o sintético que se utiliza de forma selectiva por los microorganismos de tu cuerpo, dando lugar a un beneficio para la salud(53).Es decir, los prebióticos son la comida favorita para los microorganismos que viven dentro o encima de ti. 

¿Qué diferencia hay entre la fibra de los alimentos y los prebióticos?

A pesar de que muchos prebióticos son un tipo de fibra dietética, no toda la fibra de las legumbres, las verduras, las frutas, los tubérculos y los frutos secos tiene propiedades prebióticasPara que una fibra sea prebiótica tiene que cumplir las siguientes características(53),(54):
  • No ser hidrolizada (degradada) en el tracto digestivo.
  • Ser resistente a la acidez del estómago y a la hidrólisis por las enzimas digestivas.
  • No absorberse en el intestino delgado.
  • Ser fermentada por la microbiota.
  • Demostrar sus efectos beneficiosos para la salud.
Fibra dietéticaPrebióticos
  • No se suele utilizar por la microbiota intestinal. 
  • Estimulan el crecimiento y/o la actividad de los microorganismos beneficiosos de la microbiota intestinal.
  • Se encuentra de forma habitual en los cereales integrales, las verduras, las frutas, las legumbres y los frutos secos.
  • Se encuentran presentes de forma natural en algunos alimentos de origen vegetal (p. ej., raíz de achicoria, espárragos, alcachofas). Se suelen aislar a partir de las plantas o se fabrican a partir de los azúcares.
  • Los científicos han consensuado una ingesta diaria de fibra de 25 gramos/día para una dieta de 2.000 kilocalorías/día.
  • No existe una ingesta diaria recomendada (dosis personalizada para cada indicación de salud).
  • Puede ser soluble (regula el tránsito intestinal y es útil en casos de diarrea y estreñimiento) o insoluble (acelera el tránsito intestinal y es útil para el estreñimiento).
  • La mayoría de los prebióticos son fibras solubles.

Además de la fibra, ¿existen otros nutrientes que tengan propiedades prebióticas?

La mayoría de los prebióticos de los alimentos y de los complementos alimenticios son un tipo de fibra dietética soluble. Sin embargo, algunos prebióticos no son fibras(55)
  • Lactulosa: es una combinación sintética de dos azúcares (galactosa y fructosa).
  • Prebióticos emergentes: incluyen los polifenoles de origen vegetal, los oligosacáridos de la leche materna, los ácidos grasos poliinsaturados, el ácido linoleico conjugado, las proteínas y los fragmentos de proteínas. 
¿Cómo puedo saber si un alimento o un complemento alimenticio lleva prebióticos?Los prebióticos los puedes tomar en forma de alimentos o complementos alimenticios(53):
  • Los alimentos en general contienen una dosis baja de prebióticos. Aquellos que contienen unos niveles más altos de prebióticos son las alcachofas, los espárragos, las cebollas, los ajos y los puerros. También son fuente de prebióticos aquellos alimentos que de forma intencionada han sido enriquecidos con estos ingredientes (por ejemplo, un yogur con fibras prebióticas). 
  • Los complementos alimenticios que puedes comprar en una farmacia contienen en general una cantidad más alta de prebióticos que los alimentos, de forma que te permiten ajustar la dosis a tus necesidades.
Para saber si un producto lleva prebióticos busca que en su etiqueta contenga alguna de las siguientes palabras(53):
  • Arabinogalactooligosacáridos.
  • Oligofructosa.
  • Inulina.
  • Fibra de achicoria.
  • Fructooligosacáridos (FOS).
  • Galactooligosacáridos (GOS).
  • Lactulosa.

Si ya tomo cada día mis 5 raciones de frutas y verduras, ¿me aportan algo los prebióticos?

Tomar alimentos de origen vegetal altos en fibra te ayuda a llevar un estilo de vida saludable, pero si quieres mejorar algún aspecto de tu salud relacionado con la microbiota tienes que asegurarte de escoger el prebiótico adecuado que esté respaldado por las guías clínicas(56),(57).

¿Para qué indicaciones de salud han mostrado ser eficaces los prebióticos?

Los prebióticos combinados con los probióticos pueden ayudar a(56),(57):
  • Regular el tránsito intestinal en casos de diarrea y estreñimiento.
  • Favorecer la absorción de minerales, como el calcio, el magnesio, el hierro y el zinc.
  • Reducir el riesgo de cáncer de colon.
  • Mejorar la salud cardiovascular gracias a su efecto reductor de los niveles sanguíneos de colesterol, triglicéridos y azúcar.
  • Reforzar las defensas.
  • Mejorar las molestias digestivas y la calidad de vida en el colon irritable.
  • Reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad a través de hacer que te sientas más lleno y tengas menos apetito.
  • Mejorar la encefalopatía hepática.

¿Tienen alguna contraindicación los prebióticos?

Un efecto adverso habitual de los prebióticos a dosis altas y cuando te los tomas solos es la aparición de gases y distensión habitual. Para evitar este problema lo recomendable es que introduzcas el prebiótico de forma paulatina en tu alimentación, de esta forma tu microbiota tendrá tiempo de adaptarse(57).

Simbióticos

¿Qué es un simbiótico?

Un simbiótico es un producto que contiene al menos un probiótico y un prebiótico. El objetivo de esta combinación es potenciar las propiedades de los probióticos y prebióticos, porque si se administran como parte del mismo producto tienen un efecto sinérgico y confieren beneficios mayores que los que ejercen cada uno de los componentes del simbiótico por separado(61).Ten en cuenta que si sufres de gases, hinchazón abdominal o el contenido de fibra de tu dieta es bajo, es posible que el simbiótico te genere algo de gases por la fibra. En este caso es mejor que lo introduzcas en tu rutina de forma paulatina o optes por el probiótico y el prebiótico por separado para valorar tu tolerancia. Pídele consejo a tu farmacéutico sobre cuál es el producto que más te conviene. 

¿Qué tipos de simbióticos existen?

Existen dos tipos de simbióticos en función de si actúan de forma conjunta o por separado: los complementarios y los sinérgicos(61)
  • Los complementarios son los que encuentras en los productos de venta en farmacia y fueron definidos hace más de 25 años por los científicos Gibson y Roberfroid. Los simbióticos complementarios combinan probióticos y prebióticos que actúan de forma independiente para proporcionar uno o más beneficios para tu salud61.
  • Los sinérgicos incluyen probióticos y prebióticos que actúan de forma conjunta para proporcionar un beneficio para tu salud. Se trata de mezclas específicas de probióticos y prebióticos que se han diseñado en el laboratorio pero que se encuentran aún en una fase experimental(61).
Al igual que pasaba con los probióticos, para beneficiarte de los beneficios de un simbiótico para un problema relacionado con tu microbiota no es suficiente con la dieta, a través de combinar un alimento con microorganismos vivos y otro alimento con fibras prebióticas (por ejemplo, un bol de yogur con plátano). Lo mejor es que acudas a la farmacia a por un producto que cuente con respaldo científico que te proporcione la dosis adecuada del probiótico y del prebiótico para ayudarte a mejorar el desequilibrio de la microbiota que quieres solucionar.

¿Para qué indicaciones de salud han mostrado ser eficaces los simbióticos?

Los simbióticos complementarios administrados en forma de complemento alimenticio pueden ayudar a(61):
  • Mejorar la diabetes tipo 2.
  • Mejorar el síndrome metabólico.
  • Reducir algunos síntomas del ovario poliquístico.
  • Mantener a raya las gastroenteritis.
  • Reducir el riesgo de infecciones tanto en bebés como en adultos.

Suscríbete a nuestra newsletter:

He leído y acepto los términos de la política de privacidad.

Art. 11 LOPDGDD: Responsable: LABORATORIO STADA, SLU. Fines del tratamiento: Permitir el envío por vía electrónica de comunicaciones sobre información acerca de nuestros productos o servicios y acceso a servicios que puedan ser de interés del usuario. Ejercicio de derechos en rgpd@stada.es. Más info www.stada.es.

  1. Álvarez Calatayud G, Mateos Lardiés AM, coords. Guía de actuación y documento de consenso sobre el manejo de preparados con probióticos y/o prebióticos en la farmacia comunitaria SEFAC y SEPyP. 2018.   
  2. Khalesi S, Bellissimo N, Vandelanotte C, et al. A review of probiotic supplementation in healthy adults: helpful or hype? Eur J Clin Nutr. 2019; 73(1):24-37. doi: 10.1038/s41430-018-0135-9. 
  3. Caminero A, Meisel M, Jabri B, et al. Mechanisms by which gut microorganisms influence food sensitivities. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2019; 16(1):7-18. doi: 10.1038/s41575-018-0064-z.
  4. Organización Mundial de Gastroenterología. Guías mundiales de la Organización Mundial de Gastroenterología: probióticos y prebióticos. 2017. Disponible en: https://www.worldgastroenterology.org/guidelines/probiotics-and-prebiotics/probiotics-and-prebiotics-spanish 
  5. Marco ML, Sanders ME, Gänzle M, et al. The International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics (ISAPP) consensus statement on fermented foods. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2021; 18(3):196-208. doi: 10.1038/s41575-020-00390-5.
  6. Ferreira de Miranda J, Fernandes Ruiz L, Borges Silva C, et al. Kombucha: A review of substrates, regulations, composition, and biological properties. J Food Sci. 2022; 87(2):503-527. doi: 10.1111/1750-3841.16029.
  7. Tan-Lim CSC, Esteban-Ipac NAR, Recto MST, et al. Comparative effectiveness of probiotic strains on the prevention of pediatric atopic dermatitis: A systematic review and network meta-analysis. Pediatr Allergy Immunol. 2021; 32(6):1255-1270. doi: 10.1111/pai.13514. 
  8. Davidson SJ, Barrett HL, Price SA, et al. Probiotics for preventing gestational diabetes. Cochrane Database Syst Rev. 2021; 4(4):CD009951. doi: 10.1002/14651858.CD009951.pub3.
  9. Yu Q, Xu C, Wang M, et al. The preventive and therapeutic effects of probiotics on mastitis: A systematic review and meta-analysis. PLOS ONE. 2022; 17(9):e0274467.
  10. Amalia N, Orchard D, Francis KL, et al. Systematic review and meta-analysis on the use of probiotic supplementation in pregnant mother, breastfeeding mother and infant for the prevention of atopic dermatitis in children. Australas J Dermatol. 2020; 61(2):e158-e173. doi: 10.1111/ajd.13186. 
  11. Cunningham M, Azcarate-Peril MA, Barnard A, et al. Shaping the future of probiotics and prebiotics. Trends Microbiol. 2021; 29(8):667-685. doi: 10.1016/j.tim.2021.01.003.
  12. Flichy Fernández AJ. Odontología y salud oral. En: Álvarez Calatayud G, Guarner Aguilar F, eds. Microbiota, probióticos y prebióticos. Evidencia científica. Majadahonda (Madrid): Ergon, 2022. p. 401-405.
  13. Montero E, Iniesta M, Rodrigo M, et al. Clinical and microbiological effects of the adjunctive use of probiotics in the treatment of gingivitis: A randomized controlled clinical trial. J Clin Periodontol. 2017; 44(7):708-716. doi: 10.1111/jcpe.12752.
  14. Stensson M, Koch G, Coric S, et al. Oral administration of Lactobacillus reuteri during the first year of life reduces caries prevalence in the primary dentition at 9 years of age. Caries Res. 2014; 48(2):111-117. doi: 10.1159/000354412.
  15. Ferrés-Amat E, Espadaler-Mazo J, Calvo-Guirado JL, et al. Probiotics diminish the post-operatory pain following mandibular third molar extraction: a randomised double-blind controlled trial (pilot study). Benef Microbes. 2020; 11(7):631-639. doi: 10.3920/BM2020.0090.
  16. Barraza-Ortiz DA, Pérez-López N, Medina-López VM, et al. Combination of a probiotic and an antispasmodic increases quality of life and reduces symptoms in patients with irritable bowel syndrome: a pilot study. Dig Dis. 2021; 39(3):294-300. doi: 10.1159/000510950.
  17. Lorenzo-Zúñiga V, Llop E, Suárez C, et al. I.31, a new combination of probiotics, improves irritable bowel syndrome-related quality of life. World J Gastroenterol. 2014; 20(26):8709-8716. doi: 10.3748/wjg.v20.i26.8709.
  18. Huaman JW, Mego M, Manichanh C, et al. Effects of prebiotics vs a diet low in FODMAPs in patients with functional gut disorders. Gastroenterology. 2018; 155(4):1004-1007. doi: 10.1053/j.gastro.2018.06.045.
  19. Szajewska H, Guarino A, Hojsak I, et al. Use of probiotics for the management of acute gastroenteritis in children: an update. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2020; 71(2):261-269. doi: 10.1097/MPG.0000000000002751.  
  20. Gutiérrez-Castrellón P, Salazar-Lindo E, Polanco Allué I; Grupo Ibero-Latinoamericano sobre el Manejo de la Diarrea Aguda (GILA). Guía de práctica clínica ibero-latinoamericana sobre el manejo de la gastroenteritis aguda en menores de 5 años: esquemas de hidratación y alimentación. An Pediatr (Barc). 2014; 80(Suppl 1):9-14. doi: 10.1016/S1695-4033(14)75259-2.
  21. Ouwehand AC, DongLian C, Weijian X, et al. Probiotics reduce symptoms of antibiotic use in a hospital setting: a randomized dose response study. Vaccine. 2014; 32(4):458-463. doi: 10.1016/j.vaccine.2013.11.053.
  22. Engelbrektson A, Korzenik JR, Pittler A, et al. Probiotics to minimize the disruption of faecal microbiota in healthy subjects undergoing antibiotic therapy. J Med Microbiol. 2009; 58(Pt 5):663-670. doi: 10.1099/jmm.0.47615-0.
  23. OMS y UNICEF. Tratamiento clínico de la diarrea aguda. 2004. Disponible en: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/70201/WHO_FCH_CAH_04.7_spa.pdf;jsessionid=97EDCF937240262AD76243A2DF67B260?sequence=1 
  24. Nood EV, Vrieze A, Nieuwdorp M, et al. Duodenal infusion of donor feces for recurrent Clostridium difficile. N Engl J Med. 2013; 368(5):407-415. doi: 10.1056/NEJMoa1205037.
  25. Prados-Bo A. Fecal transplants and defined commensal consortia: the pros and cons of restoring the gut microbiome in recurrent Clostridioides difficile infection. ESNM, 19 de septiembre de 2022. Disponible en: https://www.gutmicrobiotaforhealth.com/fecal-transplants-and-defined-commensal-consortia-the-pros-and-cons-of-restoring-the-gut-microbiome-in-recurrent-clostridioides-difficile-infection/  
  26. Savage N. The complex relationship between drugs and the microbiome. Nature. 2020; 577(7792):S10-S11. doi: 10.1038/d41586-020-00196-0.
  27. Vich Vila A, Collij V, Sanna S, et al. Impact of commonly used drugs on the composition and metabolic function of the gut microbiota. Nat Commun. 2020; 11(1):362. doi: 10.1038/s41467-019-14177-z. 
  28. McFarland LV, Goh S. Are probiotics and prebiotics effective in the prevention of travelers’ diarrhea: A systematic review and meta-analysis. Travel Med Infect Dis. 2019; 27:11-19. doi: 10.1016/j.tmaid.2018.09.007.
  29. Dimidi E, Cox C, Mark Scott S, et al. Probiotic use is common in constipation, but only a minority of general and specialist doctors recommend them and consider there to be an evidence base. Nutrition. 2019; 61:157-163. doi: 10.1016/j.nut.2018.11.013.
  30. van der Schoot A, Helander C, Whelan K, et al. Probiotics and synbiotics in chronic constipation in adults: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Clin Nutr. 2022; 41(12):2759-2777. doi: 10.1016/j.clnu.2022.10.015. 
  31. Caminero A, Meisel M, Jabri B, et al. Mechanisms by which gut microorganisms influence food sensitivities. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2019; 16(1):7-18. doi: 10.1038/s41575-018-0064-z.
  32. Cano-Contreras AD, Minero Alfaro IJ, Medina López VM, et al. Efficacy of i3.1 probiotic on improvement of lactose intolerance symptoms. J Clin Gastroenterol. 2022; 56(2):141-147. doi: 10.1097/MCG.0000000000001456. 
  33. Prados-Bo A. The low FODMAP diet can pose challenges for people with IBS. What can be done to minimize some of those challenges in clinical practice? ESNM, 10 de mayo de 2021. Disponible en: https://www.gutmicrobiotaforhealth.com/the-low-fodmap-diet-can-pose-challenges-for-people-with-ibs-what-can-be-done-to-minimize-some-of-those-challenges-in-clinical-practice/   
  34. Zhao Y, Rong Dong B, Hao Q. Probiotics for preventing acute upper respiratory tract infections. Cochrane Database Syst Rev. 2022; 8(8):CD006895.
  35. Mañé J, Pedrosa E, Lorén V, et al. A mixture of Lactobacillus plantarum CECT 7315 and CECT 7316 enhances systemic immunity in elderly subjects. A dose-response, double-blind, placebo-controlled, randomized pilot trial. Nutr Hosp. 2011; 26(1):228-235. doi: 10.3305/nh.2011.26.1.5112.
  36. Bosch Gallego M, Espadaler Mazo J, Méndez Sánchez M, et al. El consumo del probiótico Lactobacillus plantarum CECT 7315/7316 mejora el estado de salud general en personas de edad avanzada. Nutr Hosp. 2011; 26(3):642-645. doi: 10.3305/nh.2011.26.3.5230.
  37. Wu W, Sun M, Chen F, et al. Microbiota metabolite short-chain fatty acid acetate promotes intestinal IgA response to microbiota which is mediated by GPR43. Mucosal Immunol. 2017; 10(4):946-956. doi: 10.1038/mi.2016.114. 
  38. Ren C, Zhang Q, de Haan BJ, et al. Identification of TLR2/TLR6 signalling lactic acid bacteria for supporting immune regulation. Sci Rep. 2016; 6:34561. doi: 10.1038/srep34561.
  39. Bouladoux N, Hall JA, Grainger JR, et al. Regulatory role of suppressive motifs from commensal DNA. Mucosal Immunol. 2012; 5(6):623-634. doi: 10.1038/mi.2012.36. 
  40. Voigt J, Lele M. Lactobacillus rhamnosus used in the perinatal period for the prevention of atopic dermatitis in infants: a systematic review and meta-analysis of randomized trials. Am J Clin Dermatol. 2022; 23(6):801-811. doi: 10.1007/s40257-022-00723-x.
  41. Dennis-Wall JC, Culpepper T, Nieves Jr C, et al. Probiotics (Lactobacillus gasseri KS-13, Bifidobacterium bifidum G9-1, and Bifidobacterium longum MM-2) improve rhinoconjunctivitis-specific quality of life in individuals with seasonal allergies: a double-blind, placebo-controlled, randomized trial. Am J Clin Nutr. 2017; 105(3):758-767. doi: 10.3945/ajcn.116.140012.
  42. Qamer S, Deshmukh M, Patole S. Probiotics for cow’s milk protein allergy: a systematic review of randomized controlled trials. Eur J Pediatr. 2019; 178(8):1139-1149. doi: 10.1007/s00431-019-03397-6.
  43. Climent E, Martinez-Blanch JF, Llobregat L, et al. Changes in gut microbiota correlates with response to treatment with probiotics in patients with atopic dermatitis. A post hoc analysis of a clinical trial. Microorganisms. 2021; 9(4):854. doi: 10.3390/microorganisms9040854.
  44. Umborowati MA, Damayanti D, Anggraeni S, et al. The role of probiotics in the treatment of adult atopic dermatitis: a met-analysis of randomized controlled trials. J Health Popul Nutr. 2022; 41(1):37. doi: 10.1186/s41043-022-00318-6.
  45. Piccioni A, Cicchinelli S, Valletta F, et al. Gut microbiota and autoimmune diseases: a charming real world together with probiotics. Curr Med Chem. 2022; 29(18):3147-3159. doi: 10.2174/0929867328666210922161913. 
  46. Lorenzo-Zúñiga V, Llop E, Suárez C, et al. I.31, a new combination of probiotics, improves irritable bowel syndrome-related quality of life. World J Gastroenterol. 2014; 20(26)8709-8716. doi: 10.3748/wjg.v20.i26.8709.
  47. Lorén V, Manyé J, Fuentes MC, et al. Comparative effect of the I3.1 probiotic formula in two animal models of colitis. Probiotics Antimicrob Proteins. 2017; 9(1):71-80. doi: 10.1007/s12602-016-9239-5.
  48. Nyeong Lee K, Young Lee O. Intestinal microbiota in pathophysiology and management of irritable bowel syndrome. World J Gastroenterol. 2014; 20(27):8886-8897. doi: 10.3748/wjg.v20.i27.8886. 
  49. Organización Mundial de Gastroenterología. Síndrome de intestino irritable: una perspectiva mundial. 2015. Disponible en: https://www.worldgastroenterology.org/guidelines/irritable-bowel-syndrome-ibs/irritable-bowel-syndrome-ibs-spanish 
  50. Bek S, Neng Teo Y, Tan XH, et al. Association between irritable bowel syndrome and micronutrients: A systematic review. J Gastroenterol Hepatol. 2022; 37(8):1485-1497. doi: 10.1111/jgh.15891.
  51. Khayyat Y, Attar S. Vitamin D deficiency in patients with irritable bowel syndrome: does it exist? Oman Med J. 2015; 30(2):115-118. doi: 10.5001/omj.2015.25.
  52. Amrousy DE, Hassan S, El Ashry H, et al. Vitamin D supplementation in adolescents with irritable bowel syndrome: is it useful? Saudi J Gastroenterol. 2018; 24(2):109-114. doi: 10.4103/sjg.SJG_438_17. 
  53. Huang H, Lu L, Chen Y, et al. The efficacy of vitamin D supplementation for irritable bowel syndrome: a systematic review with meta-analysis. Nutr J. 2022; 21(1):24. doi: 10.1186/s12937-022-00777-x.
  54. Marttinen M, Ala-Jaakkola R, Laitila A, et al. Gut microbiota, probiotics and physical performance in athletes and physically active individuals. Nutrients. 2020; 12(10):2936. doi: 10.3390/nu12102936. 
  55. Scheiman J, Luber JM, Chavkin TA, et al. Meta-omics analysis of elite athletes identifies a performance-enhancing microbe that functions via lactate metabolism. Nat Med. 2019; 25(7):1104-1109. doi: 10.1038/s41591-019-0485-4.
  56. Lomax AR, Cheung LVY, Noakes PS, et al. Inulin-type beta2-1 fructans have some effect on the antibody response to seasonal influenza vaccination in healthy middle-aged humans. Front Immunol. 2015; 6:490. doi: 10.3389/fimmu.2015.00490.
  57. Rizzardini G, Eskesen D, Calder PC, et al. Evaluation of the immune benefits of two probiotic strains Bifidobacterium animalis ssp. lactis, BB-12® and Lactobacillus paracasei ssp. paracasei, L. casei 431® in an influenza vaccination model: a randomised, double-blind, placebo-controlled study. Br J Nutr. 2012; 107(6):876-884. doi: 10.1017/S000711451100420X. 
  58. Redondo N, Nova E, Gheorghe A, et al. Evaluation of Lactobacillus coryniformis CECT5711 strain as a coadjuvant in a vaccination process: a randomised clinical trial in healthy adults. Nutr Metab (Lond). 2017; 14:2. doi: 10.1186/s12986-016-0154-2.
  59. Gopalakrishnan V, Spencer CN, Nezi L, et al. Gut microbiome modulates response to anti-PD-1 immunotherapy in melanoma patients. Science. 2018; 359(6371):97-103. doi: 10.1126/science.aan4236.
  60. Prados-Bo A. A Bifidobacterium probiotic strain may reduce aspirin-related intestinal damage in healthy volunteers. ESNM, 2019. Disponible en: https://www.gutmicrobiotaforhealth.com/a-bifidobacterium-probiotic-strain-may-reduce-aspirin-related-intestinal-damage-in-healthy-volunteers/?search=aspirin 
  61. Prados-Bo A. Probiotics with an anti-inflammatory effect may reduce abdominal pain and hours of hospitalization in adult patients with acute uncomplicated diverticulitis. ESNM, 2022. Disponible en: https://www.gutmicrobiotaforhealth.com/probiotics-with-an-anti-inflammatory-effect-may-reduce-abdominal-pain-and-hours-of-hospitalization-in-adult-patients-with-acute-uncomplicated-diverticulitis/ 
  62. Estudios in vitro de las cepas L. plantarum CECT 8675 y CECT 8677 de AB-BIOTICS, S.A.
  63. Salo J, Uhari M, Helminen M, et al. Cranberry juice for the prevention of recurrences of urinary tract infections in children: a randomized placebo-controlled trial. Clin Infect Dis. 2012; 54(3):340-346. doi: 10.1093/cid/cir801.
  64. Wang CH, Fang CC, Chen NC, et al. Cranberry-containing products for prevention of urinary tract infections in susceptible populations: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Arch Intern Med. 2012; 172(13):988-996. doi: 10.1001/archinternmed.2012.3004.
  65. Padayatty SJ, Katz A, Wang Y, et al. Vitamin C as an antioxidant: evaluation of its role in disease prevention. J Am Coll Nutr. 2003; 22(1):18-35. doi: 10.1080/07315724.2003.10719272. 
  66. Ochoa-Brust GJ, Rosa Fernández A, Villanueva-Ruiz GJ, et al. Daily intake of 100 mg ascorbic acid as urinary tract infection prophylactic agent during pregnancy. Acta Obstet Gynecol Scand. 2007; 86(7):783-787. doi: 10.1080/00016340701273189.
  67. Reid G, Bruce AW. Urogenital infections in women: can probiotics help? Postgrad Med J. 2003; 79(934):428-432. doi: 10.1136/pmj.79.934.428.
  68. Hooton TM, Vecchio M, Iroz A, et al. Effect of increased daily water intake in premenopausal women with recurrent urinary tract infections: a randomized clinical trial. JAMA Intern Med. 2018; 178(11):1509-1515. doi: 10.1001/jamainternmed.2018.4204. 
  69. Coudeyras S, Jugie G, Vermerie M, et al. Adhesion of human probiotic Lactobacillus rhamnosus to cervical and vaginal cells and interaction with vaginosis-associated pathogens. Infect Dis Obstet Gynecol. 2008; 549640. doi: 10.1155/2008/549640.
  70. Rossi A, Rossi T, Bertini M, et al. The use of Lactobacillus rhamnosus in the therapy of bacterial vaginosis. Evaluation of clinical efficacy in a population of 40 women treated for 24 months. Arch Gynecol Obstet. 2010; 281(6):1065-1069. doi: 10.1007/s00404-009-1287-6.
  71. De Champs C, Maroncle N, Balestrino D, et al. Persistence of colonization of intestinal mucosa by a probiotic strain, Lactobacillus casei subsp. rhamnosus Lcr35, after oral consumption. J Clin Microbiol. 2003; 41(3):1270-1273. doi: 10.1128/JCM.41.3.1270-1273.2003.
  72. Petricevic L, Witt A. The role of Lactobacillus casei rhamnosus Lcr35 in restoring the normal vaginal flora after antibiotic treatment of bacterial vaginosis. BJOG. 2008; 115(11):1369-1374. doi: 10.1111/j.1471-0528.2008.01882.x.
  73. Kovachev S, Dobrevski-Vacheva R. Probiotic monotherapy of bacterial vaginosis: a open, randomized trial. Akush Ginekol (Sofia). 2013; 52(Suppl 1):36-42.
  74. Mastromarino P, Vitali B, Mosca L. Bacterial vaginosis: a review on clinical trials with probiotics. New Microbiol. 2013; 36(3):229-238.
  75. De Seta F, Parazzini F, De Leo R, et al. Lactobacillus plantarum P17630 for preventing Candida vaginitis recurrence: a retrospective comparative study. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 2014; 182:136-139. doi: 10.1016/j.ejogrb.2014.09.018.
  76. Martinez RCR, Franceschini SA, Patta MC, et al. Improved treatment of vulvovaginal candidiasis with fluconazole plus probiotic Lactobacillus rhamnosus GR-1 and Lactobacillus reuteri RC-14. Lett Appl Microbiol. 2009; 48(3):269-274. doi: 10.1111/j.1472-765X.2008.02477.x.
  77. Antonio MAD, Rabe LK, Hillier SL. Colonization of the rectum by Lactobacillus species and decreased risk of bacterial vaginosis. J Infect Dis. 2005; 192(3):394-398. doi: 10.1086/430926.
  78. Beltrán Vaquero DA, Guerra Guirao JA. Consenso en probióticos vaginales. Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), 2012.
  79. Fuentes MC, Lajo T, Carrión JM, et al. A randomized clinical trial evaluating a proprietary mixture of Lactobacillus plantarum strains for lowering cholesterol. Med J Nutr Metab. 2016; 9(2):125-135. doi: 10.3233/MNM-160065.
  80. Fuentes MC, Lajo T, Carrión JM, et al. Cholesterol-lowering efficacy of Lactobacillus plantarum CECT 7527, 7528 and 7529 in hypercholesterolemic adults. Br J Nutr. 2013; 109(10):1866-1872. doi: 10.1017/S000711451200373X.
  81. Espadaler J, Audivert S, Navarro-Tapia E, et al. Demographic and clinical characteristics influencing the effects of a cholesterol-lowering probiotic. Ann Nutr Metab. 2019; 74(suppl 1):1-31. doi: 10.1159/000496759.
  82. Kerlikowsky F, Greupner T, Müller M, et al. Probiotic formulation influences blood cholesterol levels: A randomized, controlled trial during the COVID-19 pandemic. 2021 ESPEN Virtual Congress. Disponible en: http://www.postersessiononline.eu/173580348_eu/congresos/ESPEN2021/aula/-P_229_ESPEN2021.pdf (consulta el 21/11/2022).
  83. EFSA Panel on Food Additives and Nutrient Sources added to Food. Scientific opinion on the safety of monacolins in red yeast rice. EFSA Journal. 2018; 16(8):e05368. doi: 10.2903/j.efsa.2018.5368.
  84. Reglamento (UE) 2022/860 de la Comisión de 1 de junio de 2022 por el que se modifica el anexo III del Reglamento (CE) n.º 1925/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que respeta a las monacolinas procedentesdel arroz fermentado con levadura roja. Disponible en: https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/noticias_y_actualizaciones/novedades_legislativas/2022/reglamento_2022_860.htm 
  85. Kenny DJ, Plichta DR, Shungin D, et al. Cholesterol metabolism by uncultured human gut bacteria influences host cholesterol level. Cell Host Microbe. 2020; 28(2):245-257. doi: 10.1016/j.chom.2020.05.013.
  86. Airam Márquez-Villalobos F, López-Lemus HL, Reyes-Escogido ML, et al. Uso de probióticos para el control de la hipercolesterolemia. Archivos de Medicina. 2017; 13(4):1-5. doi: 10.3823/1371.
  87. Mo R, Zhang X, Yang Y. Effect of probiotics on lipid profiles in hypercholesterolaemic adults: A meta-analysis of randomized controlled clinical trials. Med Clin. 2019; 152(12):473-481. doi: 10.1016/j.medcli.2018.09.007.
  88. EFSA Panel on Dietetic Products, Nutrition and Allergies (NDA). Scientific Opinion on the Tolerable Upper Intake Level of eicosapentaenoic acid (EPA), docosahexaenoic acid (DHA) and docosapentaenoic acid (DPA). EFSA Journal. 2012; 10(7):2815.
  89. Asociación Española de Enfermería en Cardiología. Fitoesteroles y colesterol, ¿cuánta verdad? Disponible en: https://www.enfermeriaencardiologia.com/fitoesteroles-y-colesterol-cuanta-verdad/ (consulta el 21/11/2022).
  90. von Schwartzenberg RJ, Bisanz JE, Lyalina S, et al. Caloric restriction disrupts the microbiota and colonization resistance. Nature. 2021; 595(7866):272-277. doi: 10.1038/s41586-021-03663-4. 
  91. Singh Gill VJ, Soni S, Shringarpure M, et al. Gut microbiota interventions for the management of obesity: a literature review. Cureus. 2022; 14(9):e29317. doi: 10.7759/cureus.29317.
  92. Pussinen PJ, Kopra E, Pietiäinen M, et al. Periodontitis and cardiometabolic disorders: The role of lipopolysaccharide and endotoxemia. Periodontol 2000. 2022; 89(1):19-40. doi: 10.1111/prd.12433.
  93. Chugh P, Dutt R, Sharma A, et al. A critical appraisal of the effects of probiotics on oral health. Journal Func Foods. 2020; 70:103985. doi: 10.1016/j.jff.2020.10103985.