Con la llegada del frío aparecen las infecciones de las vías respiratorias altas, que incluyen el resfriado o catarro común, la sinusitis, la faringitis, la rinosinusitis y la otitis. Estas infecciones respiratorias son causa frecuente de absentismo escolar y laboral y motivo de visita al médico, sobre todo en niños y ancianos. De hecho, se estima que se producen más de 1.000 millones de resfriados cada año, con una frecuencia de 2 a 6 resfriados por persona al año; y los niños y ancianos todavía más1.
Las infecciones respiratorias están ocasionadas por una gran variedad de virus y bacterias y otras veces están causadas por una alergia.
La mayoría de las personas con resfriado común y otitis se curan de forma espontánea sin necesidad de dar antibióticos. Sin embargo, a menudo se hace un uso incorrecto de los antibióticos para las infecciones respiratorias y su empleo se relaciona con un aumento de las resistencias bacterianas y un deterioro de la microbiota intestinal2.
El tratamiento de las infecciones respiratorias suele consistir en atacar a los síntomas. Para prevenir los síntomas, además de evitar tener contacto con personas infectadas y de lavarse las manos con agua y jabón, los probióticos pueden ser de gran ayuda.
Descubre cómo los prebióticos y los probióticos te pueden ayudar a combatir los virus respiratorios.
Virus que afectan al sistema respiratorio
Los virus responsables de la mayoría de las infecciones respiratorias son3:
- Rinovirus (resfriado común).
- Adenovirus (resfriado común).
- Virus sincitial respiratorio (bronquiolitis).
- Virus influenza (gripe).
Las bacterias también pueden ser responsables de las infecciones respiratorias. Por ejemplo, la inflamación de los senos paranasales suele estar ocasionada por las bacterias Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis.
Estos virus respiratorios pueden ser peligrosos para las personas con un sistema inmunitario débil (por ejemplo, niños, personas de edad avanzada y pacientes trasplantados) o que sufren otra enfermedad.
Cómo proteger el sistema respiratorio de los virus
Las medidas que funcionan para proteger al sistema respiratorio de los virus son4,5:
- Evitar el contacto con personas infectadas.
- Toser o estornudar sobre un pañuelo o en el codo.
- No compartir objetos personales, como vasos, cubiertos, servilletas y juguetes.
- Lavarse las manos con agua y jabón o con un desinfectante con alcohol, sobre todo antes y después de comer, después de ir al baño y después de toser.
- Ventilar los espacios cerrados.
- Ponerse la vacuna antigripal.
- Reforzar el sistema inmunitario y la microbiota del intestino con prebióticos y probióticos.
Normalmente las infecciones respiratorias se curan por si solas al cabo de una semana. Pero en los niños, los ancianos y las personas con el sistema inmunitario débil pueden complicarse, así que hay que extremar las precauciones en estas personas más vulnerables.
Prebióticos y probióticos para el sistema respiratorio
El 70% del sistema inmunitario que te defiende contra las bacterias y los virus de las infecciones respiratorias se encuentra ubicado en el intestino.
El intestino es la puerta de entrada al organismo de los virus respiratorios y mimar a la microbiota intestinal con probióticos y prebióticos ayuda al sistema inmunitario a crear una barrera contra los gérmenes patógenos.
Además de ser útiles para las infecciones gastrointestinales, los probióticos pueden ayudar a prevenir las infecciones respiratorias de vías altas. Las cepas probióticas de Lactoflora® InmunoPeQ y Lactoflora® protector inmunitario cuentan con estudios propios para cuidar el sistema inmunitario en las diferentes etapas de la vida6.
Dos revisiones sistemáticas recientes concluyen que tomar probióticos en forma de alimentos (yogures y otros lácteos) o como complementos alimenticios7,8:
- Reduce el número de personas con catarro (34 personas acatarradas en el grupo que tomaron probióticos versus 44 personas en el grupo que no los tomaron).
- Reduce en 1 día y medio la duración de esta infección vírica.
- Reduce el número de niños que necesitan la toma de antibióticos para tratar los catarros y otras infecciones respiratorias.
Además, ninguno de los estudios ha encontrado efectos adversos graves en niños y adultos con las cepas probióticas estudiadas7,8.
La combinación ganadora para mantener a los virus respiratorios a raya parece ser la combinación de probióticos con sus fibras prebióticas favoritas. Esto es así porque algunos prebióticos como la inulina, han mostrado ser efectivos previniendo el resfriado común, a través del estímulo tanto del sistema inmunitario innato (respuesta inflamatoria) como los linfocitos9,10.
Además de protegerte de las infecciones respiratorias, las cepas probióticas Lactiplantibacillus plantarum CECT 7315 y 7316 pueden ayudar a mejorar el estado nutricional y la eficacia de las vacunas frente a la gripe estacional en personas mayores, que debido a la edad tienen un sistema inmunitario débil11,12.
Datos preliminares también indican que algunas cepas probióticas como Lactobacillus gasseri SBT2055 podrían ser efectivas para prevenir el virus sincitial al inhibir su replicación13. Este virus respiratorio produce complicaciones graves en niños pequeños y en ancianos y no cuenta con una vacuna con eficacia demostrada. En bebés pretérmino, la cepa L. rhamnosus GG ha mostrado tener una función preventiva frente a la infección respiratoria por rinovirus14.
Conclusión
El sistema inmunitario actúa como puente entre la microbiota intestinal y los síntomas de las infecciones respiratorias.
Tomar probióticos reduce el número de niños y adultos con resfriado y la duración del proceso y podría ser efectivo para prevenir el virus sincitial.
En personas de edad avanzada, algunas cepas probióticas ayudan a mejorar la eficacia de las vacunas contra la gripe estacional.
Referencias:
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Autor
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Farmacéutico, dietista-nutricionista y doctor en comunicación científica en nutrición. Traduce los estudios fiables de nutrición en un lenguaje que se entienda y es profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna-Universidad Ramon Llull y de la Universitat Oberta de Catalunya.
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3 comentarios
Puedo tomar lactoflora sin receta médica?
Sí, puede tomar Lactoflora u otros probióticos sin receta médica. Los probióticos no están considerados medicamentos, sino suplementos alimenticios que pueden aportar beneficios para la salud si se toman en las cantidades recomendadas. En el prospecto de cada producto se indica cómo se debe tomar un probiótico.
Es muy interesante e instructiva la información presentada. Además presenta evidencia de cómo se obtuvo la información. Gracias por compartir.